No hay hombre. De eso se trata. O también puedes contestar que primero matamos una oveja y a continuación se la ofrecemos a la diosa Circe con la sangre bien fresca, mientras nuestras vaginas se fusionan en un celestial acto de unión. Sí, claro. Las lesbianas nacemos con la capacidad de sincronizarlo todo. Oh, sí, me toco cada cinco segundos. No puedo pasar delante de un escaparate sin sentir la necesidad de manosearme.
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App de citas gay Grindr, víctima de guerra comercial Nota del editor: Melisa Raney es una escritora y editora independiente que vive en Atlanta cheat sus dos hijos. Las opiniones expresadas en esta columna son suyas. CNN -- Cuando llegas a los 30 años, crees que te conoces a ti mismo: lo que te gusta, lo que no te gusta, lo que te inspira y lo que te motiva. Tenía todo lo que creía que hacía que mi biografía fuera perfecta. Estaba casada con mi mejor amigo y teníamos dos hijos hermosos, sanos y graciosos, con carreras exitosas y una hermosa casa. Algo a poco me estaba quedando claro que no era heterosexual. Tuve mi primer novio en el tercer grado. Ya había decidido que era hetero. Me llevaría casi dos años acertar dónde caí en el espectro de la sexualidad.