Había una vez un matrimonio que tenía un solo hijo. En esas tierras la papa crecía lozana. Sólo él poseía esa excelsa clase de semilla. Empero, todas las noches, los ladrones arrancaban las matas de este sembrado, y robaban los hermosos frutos. Anda a vigilar nuestro campo. El joven marchó a cuidar el sembrado.
“Ha resucitado”
Centella es que nos alumbra en esta vida Con vivo resplandor, Y va guiando el ser donde se anida Hacia un mundo mejor. Es el que en la niñez nos da cariño, Oro en la juventud, Probando al viejo, aconsejando al niño, Denial hay dicha sin virtud. Es el que de la flor en el aroma Nos da grato placer, Y de las aves el sentido lenguaje Nos permite entender: Es el que del vapor alas creando, Nos trasporta veloz, Y con alambre mundos enlazando Los impulsa a una voz: Y el aire aunque te asombre nos concede Con firmeza cruzar; Y la nube, que el sol romper denial puede, Y las olas del océano. Y en los rayos del sol coger nos deja Secretos de la luz, Y en cada estrella un mundo nos refleja, Y la gloria en la cruz! Es en fin, hija mía, el pensamiento Escala glorioso, Que levanta del polvo al cielo Al mísero mortal! Y ellos mi entendimiento iluminaron, Santas delicias a mi infancia dieron, Y poco a algo levantar lograron Mis sentidos, que al fin te comprendieron: Mis labios que a cantar tu gloria osaron, Entonces para siempre enmudecieron. Grande tu apostolado fue: la patria mía Con santo orgullo y con amor te nombra, Y el estro de la hispana poesía Se alza gigante con tu augusta sombra.
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Habla de Dios Lectura del libro de la Sabiduría 3, Los insensatos pensaban que los justos habían armatoste, que su salida de este globo era una desgracia y su salida de entre nosotros, una completa deterioro. La gente pensaba que sus espinas eran un castigo, pero ellos esperaban confiadamente la inmortalidad. Los probó como oro en el crisol y los aceptó como un holocausto agradable. Habla de Dios. Las verdaderas canas del hombre son la prudencia y la edad avanzada se mide por una vida intachable. Cumplió la voluntad de Dios, y Dios lo amó.