Por Federico Frau Barros En la entrada del terreno, sobre la ruta interbalnearia uruguaya que une Montevideo con Punta del Este, hay un cartel de los que restringen la velocidad, pero dado vuelta. Algunos diccionarios dicen que también refiere al hecho de sonreír siempre, de sonreír a pesar de todo. Dice que no le hace falta. Con esas dos palabras y la mirada punzante como una lanza, prepara el terreno para recibir, como tantas otras veces, visitas desconocidas. El pelo sobre sus hombros, a tono, totalmente blanco, y su frente cruzada a media altura por una vincha de cuero que con el tiempo ha dejado de cumplir la función de sujetar. La primera de las palabras que pronuncia marca su ritmo, así parece transcurrir su vida: avanzando, sin dudar demasiado cada paso. Y la segunda demuestra la calma uruguaya que siempre conservó para vivir, atento a lo que necesita y no a lo que quiere, como él mismo aclara. Anduvo por distintos lugares del continente, cumpliendo siempre con sus necesidades y no con sus querencias. Autodidacta en sus distintos oficios, aprendió a leer y escribir a los 17 años para declararle su amor a una mujer a la que finalmente nunca le entregó la carta.
1. Tu familia
Cómo mirar contenido para adultos sin aovar en peligro tu privacidad Es posible esconder tus placeres culpables de las miradas indiscretas, pero necesitas hacerlo bien. Probablemente tienes muchos detalles que preferirías guardarte: qué medicamentos tomas, qué regalos piensas comprar para tu familia, qué videos viste antes de irte a la cama; la lista sigue y sigue. Por desgracia, esa información privada y en contra de tus deseos, puede quedar disponible para que otros la vean. Te explicamos quién puede vislumbrar tus actividades en línea, y cómo asegurarte de proteger tu privacidad en Internet. Esto significa que tu pareja, hijos o padres con quien sea que compartas la casa puede descubrir pistas de tus actividades y poner en peligro tu privacidad en línea. Esto es lo que podría delatarte.
Periodista
Te sientes a gusto con ella. Antiguamente de su transición social de macho a mujer Daniela, una española de 28 años, buscó información en internet. Finalmente a principios de este añada se animó a empezar una terapia de logopedia. Pero hasta hace escasamente unos meses siempre se sentía insegura. Tienes miedo de que te escuchen hablar y se asusten. Es un problema a la hora de relacionarte en tu vida cotidiana. De acción, la feminización de la voz de las mujeres transexuales puede ser una cuestión vital, sobre todo dependiendo del país en el que vivan.