Sin embargo, es importante tener en cuenta que no se debe hablar de falta de deseo sexual siempre que esta situación no se haya prolongado durante al menos seis meses. En el caso de la mujer que consulta a un médico por este problema, lo primero que se hace que la causa no es hormonal, por ejemplo, por tener bajos los estrógenos, como sucede durante la menopausia. También es frecuente que durante el embarazo o la lactancia la libido de la mujer se vea disminuida. Sin embargo, en la mayoría de los casos el origen de esta disfunción sexual suele ser psicológico o derivarse de la propia relación de pareja. A veces incluso se dan ambos factores, el físico y el psicológico. Pero en cualquiera de los casos el distanciamiento es cada vez mayor.