Independientemente de la edad, la necesidad de tener sexo va de la mano con las ganas de materializar en el acto los deseos previos. Mientras fantaseamos, en la imaginación no existen las consecuencias que pudiera tener esa acción en la realidad. El estado sentimental nada tiene que ver con las escenas pasionales que se generan y visualizan en la mente. Para llegar a esta y otras conclusiones, contaron con una muestra de 1. El informe, publicado en la revista 'Journal of Sexual Medicine', coincidió en que este hecho se repite casi siempre en la mente de millones de mujeres de todo el mundo. Es fundamental compartir y comunicar los gustos sexuales en pareja. Hay que tener mucho cuidado si se quiere que la fantasía deje de ser solo eso. De la fantasía a la realidad hay mucho trecho. Para las mujeres brindarse al otro de esta manera puede ser indicador de sumisión, y aunque las relaciones siguen centradas en la penetración, el clítoris sigue siendo protagonista para la estimulación femenina, comenta Walter Ghedin, psiquiatra y sexólogo a 'Infobae'.