Solemos hablar de nuestras experiencias sexuales, así que cuando les conté lo que me pasaba, esperaba que se sintieran igual que yo y que entendieran lo que quería decir. Pero ninguno de ellos lo entendió. Me reí con ellos, pero por dentro me preguntaba si lo que me pasaba era malo. Esa fue la primera vez que me di cuenta de que me sentía atraída sexualmente por mí misma de una manera que a la mayoría de la gente no le pasa. Ahora ya estoy acostumbrada a sentirme de esta manera. Y hasta hace poco no supe que este confuso sentimiento de deseo propio que siento tiene un nombre. Y ya puedo decir que me siento orgullosa de llamarme autosexual. Se cree que lo acuñó por primera vez el terapeuta sexual Bernard Apfelbaum en un artículo publicado en